lunes, 6 de octubre de 2014

COLEGIO MOLIÈRE, PRIMER CENTRO ESCOLAR QUE SE CONVIERTE EN "ZONA CARDIOASEGURADA"



La Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales ha concedido la distinción de "zona cardioasegurada" a las primeras cuatro entidades de la provincia de Huelva que han cumplido los requisitos en materia formativa e instalación de desfibriladores externos semiautomáticos en sus instalaciones. Se trata de la Sociedad Cooperativa Andaluza (SCA) Santa María de La Rábida, de Palos de la Frontera; la cooperativa S.A.T. Condado de Huelva, afincada en Rociana, y Driscoll’s de España Operaciones S.L., de Moguer, todas ellas empresas del sector agrícola, así como el Colegio Molière, de la capital onubense.
La delegada territorial del ramo, Lourdes Martín, ha presidido este martes 30 de septiembre la entrega de dicho distintivo a los representantes de estas instituciones, durante un acto en el que ha estado acompañada del director del servicio de emergencias sanitarias 061 de Huelva, Juan Chaves. En virtud de este reconocimiento, los profesionales de los centros distinguidos se encuentran capacitados para actuar de forma inmediata en caso de presenciar una parada cardiorrespiratoria, sumando sinergias a la posterior asistencia por parte de los equipos de emergencias sanitarias, con la finalidad así de disminuir la mortalidad y secuelas a través de una excelente actuación inicial.
La Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) 061, dependiente de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, es la encargada de la gestión y registro de las organizaciones que disponen del certificado de ‘zona cardioasegurada’, que constata que dichas instituciones han formado a sus profesionales y han ubicado desfibriladores en sus instalaciones, en el número y los lugares adecuados, según lo establecido en la Orden de 4 de junio de 2013 (BOJA 113/2013). Una normativa promovida por la Junta con el objetivo de desarrollar el apartado de formación dentro del decreto andaluz que regula la utilización de desfibriladores externos automatizados en lugares públicos fuera del ámbito sanitario y el manejo de los equipos por parte del personal no facultativo
RCP telefónica. Desde los centros coordinadores de urgencias y emergencias del 061, ante una situación de sospecha de parada cardiorrespiratoria, se anima y se explica a los alertantes cómo realizar estas maniobras básicas mientras que llegan los equipos de emergencias al lugar del suceso, dado que está demostrado que intentar aplicar estas técnicas a pesar de no tener conocimientos previos en primeros auxilios, ayuda a muchos pacientes.
Estos episodios, que pueden sobrevenir en cualquier lugar con pequeños síntomas como el ahogo y la pérdida de conocimiento, están motivados generalmente por problemas de fribrilación ventricular y de taquicardia ventricular sin pulso, que impiden el bombeo de la sangre y la llegada de oxígeno a todo el cuerpo.
Los cinco minutos posteriores a una parada cardiorrespiratoria son claves para el afectado y, por ello, es fundamental que la persona que tiene el contacto inicial actúe de forma inmediata alertando a los equipos de emergencias sanitarias y aplicando entre tanto técnicas de reanimación básicas, como la ventilación boca a boca y el masaje cardiaco externo. La disponibilidad de un equipo de desfibrilación eléctrica precoz, que puede ser utilizado por personal ajeno a la profesión sanitaria con la realización de un curso básico de entrenamiento, añade el recurso más eficaz para restablecer el ritmo cardiaco viable y reducir al máximo el riesgo de muerte.
En España se producen al año en torno a 25.000 paradas cardiacas extrahospitalarias. Esta patología afecta a una población con una edad media en torno a los 60 años y, en muchos casos, es la primera manifestación de una enfermedad cardiaca silente hasta ese momento. La supervivencia de muchas de las víctimas depende de que se apliquen las técnicas básicas de reanimación cardiopulmonar en los primeros 3 ó 4 minutos, lo que puede aumentar las posibilidades de supervivencia en más del 50% de los afectados.
Cadena de supervivencia. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo occidental y, entre ellas, ocupa un lugar destacado la muerte súbita cardiaca que suele ocurrir, de manera mayoritaria, fuera del entorno hospitalario. La correcta atención a la parada cardiorrespiratoria consiste en la aplicación precoz de una serie de acciones conocidas como cadena de supervivencia que incluyen, por este orden, el reconocimiento de la situación y activación del sistema de emergencias sanitarias, el inicio inmediato de las maniobras de soporte vital básico, la desfibrilación eléctrica precoz y la rápida instauración de las técnicas de soporte vital avanzado.
Los equipos de emergencias del 061 en Andalucía han atendido en este último año unos 1.000 casos de parada cardiorrespiratoria, de los cuales, un 8% ha logrado sobrevivir gracias a la intervención de ciudadanos formados en primeros auxilios, que han sabido seguir los consejos dados desde el centro de coordinación para aplicar las técnicas de reanimación básicas mientras llegaban los equipos sanitarios. El 28% de los pacientes asistidos en parada por 061 recuperan el pulso y la circulación antes de llegar al hospital.



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